sábado, 1 de septiembre de 2012

Historias Inesperadas [ I ]

Ya es hora de quitarle el polvo a este puñado de bits que lleva tiempo abandonado, como el oscuro y polvoriento desván de mi memoria.

Despierto de mi largo y amargo letargo, dejando tras de mí una espesa niebla de recuerdos desamparados que se han quedado en el pasado y olvido.

No puedo quejarme de mi situación actual. Mucho a ocurrido desde que dejé esto... Recuerdo un frío capricho de mujer que no deseaba realmente. No tuve suerte realmente, siempre he sido de mente enfermiza y cruel con una máscara de humildad que ha pasado a ser parte de mi.
Entró un nuevo curso, una modalidad de estudio diferente. Nada de eso me importa ya. Ya me estoy preparando para un año nuevo y lleno de cambios. A donde quiero llegar está más allá, pero ha transcurrido a lo largo del año.
Creo que fue un 12 de octubre. Conocí a una chica de un pueblo de Barcelona. Una chica menuda, morena, con un encanto acogedor, muy agradable. Jamás pensé que llegaría a pasar algo entre nosotros dos... Pero despertó algo en mí. Recuerdo que nos vimos 4 veces contadas... Por motivos que ya poco me importan. Pero algo desagradable, a mi parecer, ocurría. Ella se iba de aquel pueblo para dejarnos. Yo no sentía nada por ella, o eso creía. Pero, de alguna manera u otra, me afectaba. Ella se fue en invierno, mi estación favorita. Dijo que no volveríamos a tener contacto en unos 2 meses después de su marcha. Transcurrieron 5 meses sin noticias de ella, excepto por un par de días que se conectó desde un cibercafé. Lo había pasado mal, porque de alguna manera, yo la estaba esperando día tras día. Sentía algo por esa persona, pero aún no lo tenía asimilado. Después de aparecer, ambos estábamos a gusto el uno con el otro, pero a distancia. Ella me hablaba de un curioso personaje al cual le tenía aprecio y se había encariñado, llegó a gustarle. Yo no sentía celos ni dolor, porque, en cierto modo, yo sabía que hablaba de mi, pero no quise decir nada... hasta que se declaró. [...]
Había decidido ir a verla antes de que declarara sus sentimientos por mi. Debo admitir que esa chica me atraía de alguna manera, pero no llegaba a ser físico del todo.
Pasaron unos días antes de verla, en los cuales, nos tratábamos como pareja, pero yo sabía que no debía ilusionarla tanto a ella como a mi, ya que no soportaba la idea de mantener una relación a distancia. Me dejé llevar.
Llegó el día... a principios de Julio, después de haber cogido las vacaciones de verano, tomé el tren para verla. ¿Nervioso? La verdad es que sí. Esa chica me gustaba y aún no quería creérmelo. pasadas las dos horas de viaje, bajé del tren nervioso y decidido a encontrarla, pero no la veía por ninguna parte. Al acercarme a la salida de la estación, vi su figura de espaldas que me esperaba. Ella se dio la vuelta y me vio, mi cara fue de alivio y seguridad... Nos abrazamos y por un momento nos unimos en uno solo. No voy a redactar los detalles de la estancia en su casa. Solo diré que fue maravilloso, que mis sentimientos hacia ella nunca podrían ser más claros; me enamoré de ella. Muchas cosas sucedieron mientras dormía en su casa... Nuestro primer beso, bajo el marco de la puerta de su habitación, a tardías horas de la madrugada. Fue un momento perfecto que me llegó al corazón y erizó el bello de mi piel. Grabado en mi memoria hasta el día en que me muera. La despedida fue corta pero emotiva. Me iba, pero sabía que volvería a verla.

Cuantos más días pasaban sin ella, más me daba cuenta de que la necesitaba a mi lado tanto como el aire que respiro o el agua que ingiero. Me había convertido en un ser totalmente dependiente de esa bella y curiosa mujer. Yo no quería estar con otra persona que no fuera ella.
¡Por fin! Llegó el momento en el que volveríamos a vernos. Ella pasaría una semana en mi casa, en la cual sería tratada como una más de la familia y trataríamos de hacer todo lo posible para que cuando se fuera, sintiera deseos de volver. Muchos sentimientos y sensaciones experimentamos juntos aquella semana... Fue perfecto aún habiendo tomado la difícil decisión de                      [CENSORED]
Tanto era lo que yo sentía por ella que me veía capaz de hacer cualquier cosa.
En el momento de su partida, lo pasé muy mal pese a mi inexorable rostro en la estación de trenes.
Echaba de menos sus caricias, sus tiernos labios, su cabello y el olor que este desprendía y dejaba en mi almohada. Ya no era lo mismo. Me acostaba solo y sin nadie al lado a quien abrazar... Era un vacío que encogía el alma y el corazón... Sus ojos, que eran de un color marrón claro que rozaba el ámbar, se clavaban hasta el punto de enamorarme por completo. Era perfecta para mi. Lo único que podía pedir, era estar junto a ella. Su sonrisa, podía vencerme en cualquier momento o animarme si hacía falta.
Yo quería volver a verla, me desesperaba y quedamos en volver a vernos de nuevo en mi casa, por lo cual, le pagué el viaje y la vuelta, ya que era capaz de vender mi alma al diablo por una vida con ella, aun que condenado estuviera. Una vez más, la perfección me sorprendió. Reluciente con su sonrisa y su menudo cuerpo. Nos uníamos en abrazos y besos que me hacían rozar el cielo... Todas las noches, abrazado a ella... Una sensación, que hoy por hoy hace que se me humedezcan los ojos. La amo con todo mi ser... Pero sé que no siempre va a poder ser así...


Te prometí una entrada, y por haber tardado, en dos se dividirá mi obra... Para ti. Mi amor. Corazón mestizo, el cual poseo.

2 comentarios:

  1. Es super bonito, pequeño, es super bonito. ¿Puedo decir un fallo? Nos conocimos el día del pilar, es decir el día 12 de octubre del 2011. Y....¿Eso hacen mis ojos cegatos? :S Jajaja
    Gracias por la entrada :)
    T'estimo moltisisisisisim. Queda clar?
    Att: Sora

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    1. 12 de octubre... Por eso dije que creía que era el 24... No estaba seguro. (:

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